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viernes, 26 de junio de 2020

Una España por reconstruir, una Europa por remodelar. Entrevista a Nieves Hernández.


Tras el azote del tiempo, nada queda de aquello que dicen las personas, pues como dice el refrán: "las palabras se las lleva el viento". Sin embargo, aquel que guste del folclore podrá comprobar que hay determinadas historias que sobreviven al tiempo: los mitos y las leyendas.

Jasón en el barco Argo contra las arpías.

Hablando de mitos: sus estudiosos aseguran que la complejidad del cerebro se vuelve simple ante ellos. A pesar de modificarse para adaptarse a los diferentes tiempos, en su estructura profunda hay una serie similitudes en casi todas las culturas humanas. Por ejemplo, el mito del héroe nos marca cómo ha de actuar el que quiera convertirse en uno, inspirando a miles de audaces jóvenes ávidos de vivir hazañas. En esas idénticas fuentes de inspiración, puede encontrarse la razón por la que los más sabios rumorean aquello de que “la historia siempre se repite”…

Esta vez, el mito del héroe viajero es el que nos incumbe. Este mito habla de la necesidad del héroe de abandonar su cotidianidad para volver metamorfoseado y luchar contra el mal: es el Jesús de Nazareth que se evade al Desierto, es Odiseo con sus veinte años de viaje a Ítaca, es el Hércules que tiene que realizar aquellos doce trabajos para expiar su pecado, es el Éxodo judío por el desierto, o el Cid que sufre el destierro para luego volver. A esta coincidencia sus estudiosos llaman el “monomito”.

Puede ser, que en el rincón ibérico de Europa estemos creando nuestro propio héroe mitológico, pues en esta contemporánea España tenemos quien encarna este monomito: Pedro Sánchez. A quien le pudiera parecer de interés, adjunto un artículo que escribí hace un año, donde preguntaba:  ¿Llegará Pedro Sánchez a Ítaca? Hoy respondo: llegó, y con él, también llegaron los “argonautas” que confiaron en él. Uno de ellos es la que nos interesa en el día de hoy: Nieves Hernández.

Nieves Hernández, senadora del PSOE por Sevilla.

Esta senadora del PSOE fue apodada en una de las entrevistas realizadas como el "alter-ego de Susana Díaz", pues a pesar de las similitudes entre ambas, sus divergentes trayectorias políticas las han confrontado personalmente. Ambas son socialistas, licenciadas en derecho, sevillanas y con experiencia en el Consistorio sevillano. Sin embargo, Susana Díaz abogó por enrolarse en el “apparatchik” socialista junto a esta versión decadente que Felipe González está mostrando en su senectud. Nieves Hernández, por el contrario, decidió embarcarse junto a aquel grupo de "argonautas" que soñaban con reconquistar España de las manos del neoliberalismo. Para hacerlo, tuvo que enfrentarse a su némesis particular: Susana Díaz. Pero ni Susana ni la gestora del PSOE pudieron frenar el torbellino que suponía Jasón y sus argonautas.


Lograron la victoria sobre Susana Díaz y el añejo aparato socialista, y tras renovar aquel partido en proceso de ‘pasok-ización’, dieron la puntilla final al periodo de austeridad, recortes y neoliberalismo de Rajoy, derrotando también de paso, al pupilo de Aznar, un tal Pablo Casado, que por cierto, demostró no estar a la altura de su predecesor, perdiendo cinco elecciones consecutivas en tan breve lapso de tiempo.


 
EL PATRIOTISMO EN LA IZQUIERDA ESPAÑOLA


Con nuestra “argonauta” nos citamos para conversar acerca del papel que tendrá aquel “contubernio” de soñadores, pues no sólo han renovado el PSOE, sino que están en proceso de reconstruir nuestra amada España. Una España que parecía resquebrajarse, pero que el PSOE está consiguiendo no sólo revitalizar y cohesionar, sino también colocar  a la cabeza de Europa. Esta favorecedora política diplomática parece no contentar a la derecha, la cual lejos de contribuir en esta crisis sanitaria, se dedicado a enarbolar la bandera constitucional contra el gobierno en las calles. Pero Nieves Hernández nos recuerda: “el consenso constitucional, tan alabado por la derecha, se produjo a su pesar, pues la España constitucional no se la debemos a los que ahora enarbolan su bandera, sino a aquéllos a los que la derecha más ataca. Alianza Popular, de donde surgió el PP, se abstuvo o llegó a votar en contra de nuestra Carta Magna”. Qué ilustrativo que la derecha se manifestara en contra de la propia Constitución, cuyo artículo 116 recoge la implantación del “estado de alarma”… constitucionalistas de toda la vida.

Lo que no cabe duda, es que esos “constitucionalistas” que se embadurnan en patrioterismo barato rojigualdo están utilizando los símbolos patrios para su particular lucha contra el gobierno. Quizás con el consentimiento de una izquierda que nunca llegó a identificarse con unos colores que usó el franquismo.

¿Cree que es un proceso reversible?

-Si existen las banderas es justamente para simbolizar una identidad común, para unir. La bandera constitucional llegó tras una guerra, una dictadura y simboliza esa unidad de todos los españoles y españolas, ganada a base de diálogo, después de mucho dolor. Ha costado mucho, para que vengan algunos a pervertirla. La apropiación de nuestros símbolos comunes para enfrentar a unos con otros tiene el resultado no deseado de que se produzca un rechazo en parte del pueblo. Su uso para algo diferente a unir, es corromperla. Será reversible en la medida en que a los que la corrompen no encuentren respaldo social. Como dijo hace unos días el Presidente: “la bandera española es el trozo de tela tejida con los hilos de los 47 millones de españoles”.

¿Existe ese sentimiento de patriotismo en el PSOE?

-Muchas veces me he planteado por qué no decimos “matria” en vez de “patria”. Se dice la “madre tierra”, incluso en Sudamérica se habla de la “madre patria”. Hay tradición. No es un término inventado, sino que lo usó nuestra universal María Zambrano. Patria tiene el mismo origen que patriarcado, que “páter”… Cuántos crímenes se han cometido aludiendo a la patria…

Un análisis de esto daría para mucho, pero, en relación con la pregunta: hay un sentimiento de patriotismo que nos impele a luchar por nuestro pueblo, y por lo que es nuestro. En mi opinión, para eso son imprescindibles dos cosas: la primera, que haya un elemento de comunidad no excluyente. La segunda, que haya un contenido de “lo nuestro”.  Que haya algo que defender.

Me enervan los autodenominados patriotas que con una mano ondean la bandera y con la otra venden a precio de saldo las viviendas de nuestras familias a fondos buitres americanos, o se llevan el dinero hurtado a nuestras arcas públicas a paraísos fiscales, o se llevaban la producción de sus fábricas a China, dejando a trabajadores españoles en el desempleo. Para mí, esos no son patriotas. Aquéllos que a lomos de la globalización externalizaron todo lo que pudieron, los veremos plantear sin rubor la nacionalización de empresas para salvarlas. Esta crisis está dando la razón a la socialdemocracia, pero no lo van a reconocer.




EUROPA, ESPAÑA, ¿NACIONES PLURINACIONALES?


Desde la izquierda, parece que se intenta escapar del término nación. Es el término maldito, las vacuidades que encierra su uso hizo que la constitución republicana española de 1931 omitiera el término en todo el texto constitucional. No fue el caso de la constitución vigente, que mantiene cierto equilibrio artificial al denominar España como “nación de naciones”, con la pirueta terminológica que ello implica.

¿Sigue siendo útil aquella fórmula territorial?

-La alocución “nación de naciones” o la plurinacionalidad que el PSOE ha planteado como fundamento de la nación española, entiendo que no sólo no contradice nuestra Constitución, sino que es la interpretación lógica a la práctica homogeneidad de competencias que con el transcurso de los años hemos logrado en nuestro Estado de las Autonomías. Muchos hablan de federalismo imperfecto. La diversidad de nuestros pueblos desde una perspectiva positiva, no desde la del agravio o la recurrente tensión disgregadora.

¿Lograremos exportar a Europa nuestra “nación de naciones”?

-Estamos en un momento de redefinición de Europa. La buena noticia es que parece que se ha impuesto la visión de que es ahora o nunca. La pandemia, una situación extrema como ésta, tiene dos vertientes. La primera, la de la dificultad que surge de los hechos, pero la segunda es la más interesante. Pocos hechos históricos tienen una capacidad tan transformadora de la realidad: ocurre con las guerras, las catástrofes…

Es por tanto una ventana de oportunidad de Europa para reivindicar su lugar en el mundo, para salir reforzada y para no volver a cometer los errores que se cometieron en la crisis económica del 2008. Los últimos acontecimientos son muy esperanzadores, la respuesta común de la UE en todos los frentes está siendo muy importante, desembocando en el Plan Europeo de Recuperación NEXT GENERATION EU de 2,4 billones de euros. Me pregunto cómo habría sido esta respuesta, de haber seguido siendo miembro el Reino Unido. Su presencia en la UE probablemente en estos momentos habría sido un importante freno.


Borrell, Alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Políticas de Seguridad.


EL PAPEL DE ESPAÑA EN LA UNIÓN EUROPEA


En un momento tan delicado para nuestro país, hablar de Europa es inevitable. La reconstrucción irremisiblemente pasa por la cooperación de la Unión Europea. Italia también ha sido azotada por esta crisis sanitaria, y el Espacio Schengen está en juego por la difusión del COVID-19. Este Espacio Schengen es el principal vehículo que pone a nuestro país anualmente entre los destinos preferidos de millones de turistas europeos y a ellos en la cabeza del sector turístico. A su vez, la inmigración irregular cuyos pasos fronterizos giran en torno a Italia y España puede suponer un problema sanitario para toda la Unión Europea, pues sin suficientes fondos destinados al programa FRONTEX, difícilmente se podrá atajar este reto migratorio.

En definitiva, parece ser que los intereses geopolíticos vertebran la guía de actuación de la Unión Europea, que a pesar de su unión política, se fragmenta en grupos de intereses, como el Grupo de Visegrado.

¿Debe España patrocinar un "Grupo Mediterráneo" dentro de la UE?

-Han sido dos países del sur de Europa los primeros epicentros de la pandemia fuera de China. Al comienzo de la crisis, fue Portugal quien nos apoyó para que plantear posiciones en los órganos europeos que finalmente han sido respaldadas. Empezamos hablando de un Plan Marshall europeo con coronabonos. Posteriormente, tras obtener el respaldo de la mayoría de  los grupos en el Parlamento Europeo, hemos concretado el Plan Europeo de Recuperación Next Generation EU. Con este plan, vamos a impulsar la transformación de nuestra Unión para avanzar en la lucha contra el cambio climático, más justa socialmente, más solidaria, apostando por una mayor digitalización, apostando por la investigación, la innovación, un espacio seguro, que luche contra el terrorismo, la desinformación y el crimen organizado. Merece la pena participar en un proyecto tan ambicioso

Ningún estado o conjunto de estados tiene esta agenda. De hecho, ahora en el llamado grupo de Visegrado están muy preocupados porque habrá un porcentaje importante de fondos que vendrán a España o Italia (los países más castigados por la COVID-19). Al final no se trata de euroescepticismo, sino de una alianza para obtener mayor poder en el seno de la Unión.

La alianza entre los países del sur de la UE es inevitable, por razones históricas, geográficas y culturales. Además, siendo frontera sur de Europa, somos los principales receptores de inmigrantes. Pero hay otros hechos que nos unen,  como desgraciadamente el desdén con el que nos denominaron PIGS en la anterior crisis, o haber sido los más castigados en la pandemia.


¿Son estos intereses contrapuestos la causa de que no exista aún un proyecto de diplomacia conjunta en la Unión Europea?

-Nuestra postura es más Europa, una Europa más fuerte que pueda proteger mejor a sus ciudadanos. En todos los ámbitos. Ante la deriva estadounidense bajo la administración Trump, creo que es más necesario que nunca disponer de una autonomía estratégica en la dimensión de la defensa y la seguridad en Europa.

No descartamos, a largo plazo, que esto desembocara en el desarrollo de una Unión Europea de la Defensa o en un ejército europeo, aunque para los socialistas, las prioridades ahora son otras: una Europa más social, abordando decididamente los retos de la Agenda 20-30.

En el ámbito de la política exterior, hechos son amores. Con Josep Borrell siendo el Alto Representante para Asuntos Exteriores ponemos de manifiesto nuestra apuesta por una política exterior y de seguridad conjuntas. No hay duda de que el papel de España será más relevante: es el segundo país más grande de la Unión, la cuarta economía, muy cerca de Italia, lo que nos permite hablar de tú a tú con Francia o con Alemania. Debemos estar en el puente de mando.

En el mapa del mundo que se está configurando, en la nueva guerra fría con el telón de acero en el pacífico, sólo una Europa fuerte puede ejercer de contrapeso, de mediador, de actor internacional imprescindible. Los estados nación europeos son demasiado pequeños para desempeñar por sí solos un rol relevante.


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